Mientras ahora todo el mundo habla de verde y sigue la ola de corrección (políticamente) verde, el CBE siempre lo ha perseguido, incluso a costa de renunciar a ganancias rentables, porque está en su ADN. Es su esencia, la razón de existir. Siempre hemos estado atentos no sólo al medio ambiente, sino también a las personas, a los animales, a la materia prima y sobre todo al producto final.
Lo que comemos nos afecta a corto y largo plazo. Nos acompaña, nos estimula, nos fortalece pero también puede frenarnos e impedirnos continuar.
Para producir alimentos sanos se necesita una ética verde desde el principio y los equipos de elaboración y ayuda a la producción también deben completar el ciclo. cría y agricultura. Nuestra política de menor impacto ambiental y mejor relación costo/beneficio fue exitosa. Esto es lo que dicen cada día nuestros clientes, cada vez más numerosos gracias al boca a boca. Pertenecer a este grupo es una distinción en el mercado.

Siempre es difícil ir contracorriente, desafiar la lógica del beneficio, de lo inmediato. Ser visionario, irreprochable, no transigir es desconcertante, exigente y agotador. Pero al final vale la pena.
No medimos el éxito por la facturación, sino por la satisfacción del cliente; cuantas veces hemos marcado la diferencia. Porque al final, en definitiva, en un mundo de conformistas, siendo voz fuera del coro, siendo líder o fuera de clase, siempre estás indicado para que te sigan. Mientras no seas el zorro…